10.23.2008

Ocaso

Es una ceremonia, una coreografía que ha de salir perfecta cada vez que se presenta. Apenas tengo espacio, los pasillos están llenos, pero no intento frenar la absurda necesidad de traérmelo a casa, sé que no podría.
Es curioso como en un piso tan pequeño pueden caber tantas historias. Aún me quedan horas de sol, todavía puedo aprovechar la luz un rato. Por lo menos para la introducción...
Y sin quererlo, o mejor dicho, exactamente como quiero, me vuelve a hipnotizar. Paso páginas sin darme cuenta, mientras corren los minutos, en una espiral de esas que sólo te dan las grandes historias, y que borran la realidad, para hacerte creer únicamente en la que está escrita.
Se enciende la luz, y levanto la vista. Desde el marco de la puerta, él me mira, sonriendo, con esa cara que ya sólo refleja resignación.
- Te terminarás quedando ciega...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que debo tener 3 ó 4 libros en propiedad. El resto siempre son prestados. No sé, no siento esa necesidad, al contrario que me pasa con la música, que sí que deseo tener mis propios cd's amontonados por ahí.

¿Qué es esta vez?