4.18.2009

Recuerdo...

Te echo de menos… echo de menos tus manos, echo de menos tu boca, echo de menos las sensaciones que de tanto recordar creo que estoy empezando a inventarme. No es un reproche, no es una reprimenda, es una afirmación de la que me he dado cuenta hace muy poco.

Siento que me falta algo, algo que tengo cuando estoy contigo… algo que hace mucho que no encuentro…y no sé qué es. Aunque puedo intuirlo. Me falta… ese intermedio en el que el mundo se disolvía y en el que sólo existíamos tú y yo. Me falta cerrar la puerta y dejar la racionalidad al otro lado. Me falta escaparme de todo, sin condiciones, sin ataduras, sin sentimientos complicados, sin todo lo que pueda estropearlo… Me muero de ganas de volverte a ver.

Cierro los ojos, y te recuerdo. Recuerdo tu mirada lasciva, sí, no sé por qué, con todos los recuerdos que tengo, ese es el primero, esa mirada, la que hace que me ruborice, esa que sólo te permito a ti, y me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Me acuerdo de tus manos, de tu pecho, de los mechones de tu pelo, de tu cara recién afeitada… y me llegan momentos, tonterías, memorias que llevan tu nombre grabado. Cada vez que se me cae el tirante de la camiseta vuelvo a aquella primera noche, a aquellos besos atropellados que nos pillaron tan desprevenidos… cuando abro el cajón te regalo prendas, cuando giro la almohada, cuando bajo la persiana, cuando enciendo la lámpara… y en ese momento se abren las compuertas, y todos los recuerdos invaden mi cabeza.

Nadie puede echar de menos algo que no ha probado aún… eso dicen, pero yo echo de menos todas y cada una de las pequeñeces que aún no hemos probado, es una mezcla entre esperanza y ansiedad, entre recuerdos e invenciones, entre realidad y ficción…
Tus manos recorriendo mi espalda, bajando y acercándome todo al mismo tiempo, las piernas entrecruzadas, y unos labios que muy despacio, tan despacio que parece que quieran volverme loca, empiezan en el cuello, y bajan por el hombro, por el brazo, acariciándome con la punta de la nariz, mientras yo ya no sé ni dónde estoy ni a dónde quiero llegar. Sólo… un poco más allá, un paso hacia delante, o una maratón, ya da igual. Quiero recorrer tu cuerpo, sin dejar ni un centímetro sin explorar, quiero escucharte, probar, saber qué te hace respirar y qué te corta la respiración, quiero conquistar fortalezas, quiero hincharme un poco de orgullo, como… antes.
Siento, vivo, recuerdo, y me doy cuenta de que en circustancias normales no apreciamos en absoluto las posibilidades que tenemos, hasta dónde nos pueden hacer sentir, cómo con la confianza de una amante que sabe en manos de quién está, puedo empezar a abrirme, a dejarme llevar, a darte un poquito más, a no esconderme… pero es muy poco a poco, cada paso cuesta un mundo, aunque la recompensa sea toda una galaxia…

Y es contigo, no por amor, he comprendido que esas cosas ayudan, pero no son indispensables… es… es… porque sí, porque eres tú, porque ahora mismo, en mi cabeza, en mi pura fantasía, no puede ser otro, porque nosotros, aunque no te lo parezca, ya tenemos mucho camino andado, y con cualquier otro tendría que volver a empezar de cero…

2 comentarios:

BeN-HuR VaLDéS LLaMa dijo...

Se hechaban de menos todas y cada una de tus letras [...]




... todas y ada una de tus palabras


Un saludo desde CANTABRIA

mcebey dijo...

Ya casi me había olvidado de este blog, y hoy me lo he encontrado... Tú siempre en tu linea. Sigue así.